sábado, 13 de diciembre de 2008

El relevo

Buenos Aires

Hace algunos años el joven gerente de una empresa de servicios local quiso brillar. Hacía poco tiempo que vivía en Buenos Aires, enviado desde Paris para poner algo de orden en la anarquía administrativa heredada de tantos años de manejo público. Lo que más lo perturbaba era la multiplicidad de formatos de papel que se manejaba dentro de la compañía. Circulaban memos en Carta, planillas en Oficio, presentaciones en doble Carta y faxes en A4. Frente al descalabro hizo lo que todo francés hubiera hecho en su lugar: redactó una directiva.

A partir de la fecha de la misma, la empresa no aceptaría otro formato que no fuera el A4. Se enviaron centenares de copias del documento a todas las dependencias, oficinas y subgerencias con orden estricta de lectura y cumplimiento. El joven gerente sintió, por primera vez en su corta estadía en la ciudad, que acababa de marcar un punto en la desigual batalla contra el caos.

Por supuesto, la nota salió en formato Oficio.

La propuesta de su secretaria de recuperar todos los ejemplares de la directiva y reemplazarlos por un nuevo documento en el formato adecuado, solo consiguió acrecentar aún más su desamparo. Fue en ese preciso instante que percibió el enorme poder del enemigo y que decidió, como aquel impetuoso oficial romano de Asterix en Córcega no innovar, disfrutar de la ciudad y esperar el relevo.

lunes, 24 de noviembre de 2008

El progreso y mi tía Margarita

Buenos Aires
Debo a mi tía Margarita mi primer choc tecnológico. Hace muchos, muchísimos años, ella me mostró, de lejos para evitar que mis dedos la rozaran, una calculadora. Era similar a cualquier calculadora que uno compra hoy por monedas y pierde casi inmediatamente en algún cajón, aunque el diseño era algo más sofisticado.

Mi tía Margarita, la componente obsesiva de la familia, la había pedido prestada al verdulero para hacer una serie de cuentas relacionadas a la administración del edificio o algo parecido. Como la joya tecnológica tenía fecha de caducidad decidimos con mis primas robarla por un rato y hacer la mayor cantidad de cuentas posibles, convencidos de que en algún momento la máquina se equivocaría.

El fracaso de nuestra empresa generó en mí un respeto desproporcionado hacia la tecnología en general y hacia los pequeños aparatos en particular.

Esta mañana fui con mi mujer a cambiar mi celular por un I-Phone. Por supuesto no lo logré por vaya uno a saber que impedimentos administrativos que olvidé antes de ser enunciados. Pero mientras mi mujer y el joven empleado conversaban en arameo sobre gigas, GPS, megapíxeles, adaptadores de corriente USB, extraños AIFF y ventajosos WAV, volví a sentir una fascinación parecida a la de aquella vez.

Salí del local tratando de imaginar que objeto ocupará en la imaginación de mi hijo de 3 años el lugar privilegiado que en la mía ocupa la calculadora de mi tía Margarita.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Has oído esto antes?

Liverpool

¿Recordáis a Mark Ronson? El creador de la archirradiadísima "Valerie", con Amy Winehouse. Esta es su última creación, el último hit del momento en UK, featuring Daniel Merriweather.
Seguro que a más de uno os suena.

Hay dos versiones; aquí tenéis la internacional, que de la versión de aquí no he encontrado inserción autorizada (os dejo el link por si tenéis curiosidad).

domingo, 9 de noviembre de 2008

MTV Liverpool Music Week (y 2)

Liverpool
Como os comenté en el post anterior, los premios de la MTV me dejan bastante indiferente. Como la propia MTV, en realidad. (Y pensar que durante años fue mi principal escuela musical! Voy a sonar a abuela cebolleta, pero es verdad: ha perdido calidad, y mucha.)
Se supone que el jueves se entregaban los premios europeos de la música, y digo se supone, porque lo de europeos se debía referir a que se entregaban físicamente en Europa, porque ni los presentadores eran europeos (¿a quién se le ocurrió traer a [la odiosa] Katy Perry [y su más que odiosa canción]?), ni muchos de los nominados tampoco. Pero, ¿a quién le importa?
Lo que sí me llamó la atención fue la lista de nominados al premio a la trayectoria musical. ¿En quién pensaríais vosotros?



Aquí pensaron en:

- U2: vale, casi 30 años en esto tiene mérito

- Britney Spears: no es un poco pronto?

- Christina Aguilera: a ver si me he confundido de lista?

- Tokyo Hotel!!!!!: PERO QUIÉN DEMONIOS HIZO ESTA PROPUESTA DE CANDIDATOS??? A QUE NACIÓ EN LA SEGUNDA MITAD DE LOS 90??????

Después de tanto disparate, al final casi me alegro del resultado final: ganó Rick Astley. Sí, el pelirrojo que sacó un disco en los 80 y medio más en los 90. Como broma no estuvo mal, no os parece? Ya lo dijeron en la gala, MTV got rick-roll'd!

lunes, 3 de noviembre de 2008

MTV Liverpool Music Week

Liverpool
Supongo que sabréis ya, porque ha sido comentado en prensa y blogs musicales, que el jueves se entregaron aquí los premios EMA, o European Music Awards de la cadena MTV. La verdad es que a estas alturas a mí estos premios me interesan muy poco, y ese poco que me ha llamado la atención lo voy a comentar en el siguiente post.

En éste os voy a hablar de la semana de la música de Liverpool, LMV (aquí les encantan las siglas), que aunque se ha hecho coincidir con los EMA, no se debe a ellos, pues tengo noticias de que el año pasado también se celebró (aunque yo no me enteré). Desde el fin de semana pasado hasta este jueves, cuando se clausuró coincidiendo con los premios, Liverpool ha estado plagada de eventos musicales, principalmente conciertos, pero también charlas y cursos -los organizadores hablaban de 300 actos, y unos 30 locales participantes, entre pubs, salas de conciertos y galerías de arte-. Hasta donde alcanza mi conocimiento, cada día de la semana se podía elegir entre 4 ó 5 locales (pero seguramente serían más), cada uno de ellos con 3, 4 y hasta 8 bandas por noche (muchas de ellas locales, que aquí apoyan bastante a los grupos jóvenes).

Os dejo con la última canción del concierto de Black Kids, que disfrutamos el sábado pasado en la sala Nation, y que llevaban de artista invitada a Ladyhawk y a unos chavales (no pasarían de 17 años) de Liverpool, Daisy Riots. La calidad de la imagen no es muy buena, pero el sonido sí, y se puede notar el entusiasmo del público. (En serio, si yo fuera músico, me encantaría tocar en Liverpool, qué gente más entregada!)

jueves, 30 de octubre de 2008

Let's swing!

Berlín.
Uno de mis recuerdos más recordados, valga la 'refunfanflia', de Berlín, es el café de la esquina. Y ahora mismo no hay cosa que más desee que estar mañana viernes en Berlín, en el Mano Café, y poder disfrutar de 'Les Haferflocken Swinger', a los que no conocía. Como me va a ser imposible por motivos físicos y económicos (y no por el precio de la entrada, de 4 a 7 €, a gusto del consumidor, es decir, lo que puedas o quieras pagar dentro de ese rango), al menos disfrutaré lo que esté en mi mano viendo el siguiente vídeo de la mencionada banda. Si estás por Berlín quizás quieras darte una vuelta por el Mano Café y disfrutar de pura diversión, porque como dijo Robert Crumb "si estás de bajona, ¡prueba a tocar el banjo!". Let's swing!

domingo, 5 de octubre de 2008

Batman y el café

Buenos Aires

Los domingos a la mañana desayuno con Batman.

Por simple rutina o tal vez por estar estratégicamente ubicado frente al kiosco de diarios, elegimos el café El Libertador a unas cuadras de casa. El mozo y varios parroquianos que ya nos conocen nos saludan efusivamente apenas entramos.

Disfruto de esa demostración de cariño recurrente, aunque prefiero no engañarme. Se que no soy el principal destinatario. Lo compruebo cada vez que vuelvo solo. Las sonrisas son corteses, pero la intensidad ya no es la misma. El poco interés que logro despertar está relacionado con Batman, cuya ausencia permite que mi presencia no pase completamente desapercibida.

Como su máscara no fue pensada para comer medialunas, Batman ya casi no la usa en el café. Al principio me sorprendió esa falla grave en el protocolo de seguridad pero después comprendí que nadie en ese lugar lo traicionaría. Y eso es algo que un superhéroe intuye.

Cuando hace frío, Batman tiene que ir con su abrigo. Es un momento difícil ya que en general no quiere ponérselo, argumentando con razón que la gente no lo reconocería. A veces logro convencerlo explicándole que con el abrigo él es Bruno Díaz, al menos hasta la entrada del café. Eso le permite quitárselo de un golpe al entrar, sin duda su momento cumbre.

Antes de ir al café pasamos a comprar el diario. Batman suele entretenerse unos minutos mirando sus propias revistas o las de algunos viejos colegas de la Liga de la Justicia, como Superman o Linterna Verde. Pese a mis repetidos ofrecimientos, evita comprarlas.

Prefiero no insistir, vaya uno a saber que pactos secretos existen entre superhéroes.

lunes, 29 de septiembre de 2008

La casa en la calle.

Madrid.
Madrid es una ciudad perfecta para amueblar la casa con trastos de la calle. Si uno sale a dar un paseo a la hora adecuada y tiene suerte, es muy probable que regrese cargado de tesoros. Para muestra, un botón. (click.) Esta fotografía la hice en un callejón turístico y lleno de bares. Alguien había decidido olvidar una estantería, una silla, una maleta y un ventilador. Me gusta pensar que en las bolsas de basura hay ropa que algún día fue elegante y que la maleta lleva fotos antiguas, con aire amarillo. En la pared, carteles de flamenco. Seguro que un rato después de tirar la foto, la estantería ya tenía dueño; seguro que ahora está llena de fruslerías compradas en el chino de la esquina. Y probablemente el ventilador haya aliviado la canícula de algún estudiante atrasado. Yo no me llevé nada, sólo la foto.

martes, 23 de septiembre de 2008

Visible virals (IV)

Liverpool


"6,8 millones de personas viven solas en Inglaterra. ¿Te sientes solo?"

Esta pregunta resalta uno de los rasgos quizá más característicos de nuestro tiempo, el aumento del número de personas que viven solas, y el tremendo aislamiento en el que a veces nos vemos inmersos.
Muchas empresas (en los sectores de alimentación, o turismo, por ejemplo) han pretendido dotar al término anglosajón single (único, solo, soltero) de un toque de glamour o importancia que por sí mismo el vivir solo no tiene por qué dar, y que en realidad se explica por el simple hecho de que quien vive solo no tiene a nadie a su cargo, y por tanto gasta más.
Sí, mola vivir solo porque te libras de un montón de responsabilidades y obligaciones, y puedes dejar a tus manías campar a sus anchas sin reprimirte ni dar explicaciones. Pero estás solo, para bien y para mal, para cuando quieras, y para cuando no. No mola nada, por ejemplo, ponerte malo y tener que prepararte tú el caldito y llevártelo al sofá y arroparte a ti mismo con la manta.
Por la parte que me toca, puesto que soy una de esos 6,8 millones, y ya llevaba unos años viviendo sola antes de venir a Liverpool, confieso que no me siento ni solitaria ni triste, y más aún, me gusta vivir sola. Aunque, eso sí, me gustan más los días que convivo con determinada persona...

miércoles, 17 de septiembre de 2008

¿Vas solo al parque? Entonces...

Liverpool

La paranoia colectiva, alimentada con ganas desde las altas esferas, acaba siempre por generar comportamientos de lo más absurdos. Cuando no leyes/normas (y si dijera directamente prohibiciones vendría a ser lo mismo) de lo más peregrinas.
Leo la semana pasada en la edición impresa del diario de difusión gratuita Metro (algo así como el 20minutos español) el siguiente titular (más o menos): "¿Vas solo al parque? Entonces eres un pervertido".
A todos nos llama la atención y lo comentamos divertidos durante la comida. Al parecer, y suponemos que por miedo a los pederastas, a partir de ahora las personas que paseen solas por un parque podrán ser interrogadas por las razones para llevar a cabo tamaño atrevimiento, y si no dan una respuesta satisfactoria, serán invitados a largarse.
No recuerdo si la nueva norma es de la ciudad o nacional (he intentado encontrar la noticia en la versión online pero no ha habido forma). Tampoco sé si se está llevando a cabo efectivamente.
Pero nos sirvió para echarnos unas risas. LLegados a este punto, no se puede hacer mucho más...
(Por cierto, el precioso parque de la foto está en Birkenhead, al otro lado del río Mersey.)

lunes, 15 de septiembre de 2008

Adiós a Berlín.

Berlín.
La verdad es que nunca me gustaron las despedidas. Nunca me gustaron del todo, para ser más exactos, porque tienen su parte buena, los abrazos y los besos se dan más sentidos que nunca, e incluso puedes ver a través de los ojos de los que estrujas un hermoso brillo.

Si Christopher Isherwood se despedía en su momento de un Berlín decadente y derecho a una guerra que la convertiría en ruinas, yo me voy de un Berlín que, quiero pensar, anuncia prosperidad económica en un futuro no muy lejano, y que sea ojalá manteniendo esa eterna serenidad y quietud que exuda poro por poro. Una ciudad que se ha rehecho, reciclado, repintado, pintura nueva en tantas fachadas, y no sólo por sus grafitis. Una ciudad que ha vivido separada, que ha derribado muros hace apenas veinte años, que tiene todavía muchas carencias económicas, pero de la que se puede aprender tanto que a veces uno le apetecería quedarse una vida entera.

No voy a insistir más en esta despedida, la razón es que aunque aparentemente esto podría ser el fin de uno de los chaflanes de eleganTe chaflán, las apariencias engañan, y tengo la intención de seguir hablando de ella desde Madrid. Será un chaflán de memorias, de recuerdos. Como bien comentaba Rinconete, henchido siempre de enormes frases: "podemos decir que una ciudad está hecha de recuerdos antes de estar hecha de edificios". Gracias por ese "minuto filosófico de la semana", Rinconete. Y gracias a Berlín por haberme acogido, arropado y enseñado tantas cosas, siempre aprendiendo, ese es el día cuasi perfecto, en el que algo, por mínimo que sea, ha hecho que la persona de uno no sea la misma, que mute. Mutar, ese es el quid de la cuestión.

Isherwood se despedía a su manera con un "Goodbye", yo lo voy a hacer a la mía, en mi última noche de esta etapa berlinesa, y no va a ser un adiós, así que cambiando el título del post, aunque sea ya en sueños, en recuerdos, en memorias, diré lo que creo que siempre será, un "hasta luego Berlín".

Visible virals (III)

Liverpool

"La temperatura del planeta en 1998-2007 ha sido la más cálida que se haya registrado. ¿Te preocupa?"
"Los 117.383 coches de Liverpool representan sólo el 0,017% de los 683.000.000 coches en todo el mundo. ¿Te preocupa el cambio climático mundial?"

En esta ocasión he juntado dos preguntas en un solo post, puesto que en el fondo hablan de lo mismo. Para romper el hielo, porque está visto que a algunos les cuesta sincerarse y dan muchas vueltas para contestar preguntas muy directas (...), añado mi respuesta.
Yo procuro tratar mi entorno con respeto y autoeducarme en un consumo responsable con el medio ambiente. Pero en el fondo, mi preocupación medioambiental es egoísta; me siento como una invitada en una casa que no me pertenece, por tanto no puedo hacer y deshacer a mi antojo, y de la que sé que me echarán en cuanto me convierta en una inquilina molesta. Siempre he estado convencida de que nosotros necesitamos a la naturaleza, pero ella a nosotros no tanto.

Y de postre, el súperlambanana vegetal, Supergrassbanana.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Mathew Street Festival

Liverpool

Quien piense que los chinos son los amos de la imitación se equivoca. Que venga a Liverpool la última semana de agosto y verá. La ciudad es una pequeña sucursal de Las Vegas, pero sin ruleta ni blackjack (ni tipas despampanantes ni CSI, claro).

El Mathew Street Festival, o Semana de los Beatles, empezaría imagino como un homenaje de distintos músicos a los Fab Four que tendría lugar en la calle Mathew (donde se encuentra el mítico Cavern Club), pero hoy se extiende a distintos escenarios por todo el centro de la ciudad y a multitud de artistas y grupos. Nosotros bailamos con, entre otros, The Smiths, Rolling Stones, Queen o Bowie. Y también con ese icono de los 90 que son Right Said Fred, divertidísimos y, éstos sí, los (únicos) auténticos.

Es un espectáculo curioso, porque no puedes ignorar que participas en un sucedáneo, pero tampoco puedes evitar pasártelo casi tan bien como si estuvieras ante los originales. (Supongo que cuando hay ganas de fiesta no hace falta más.)

Una cosa que me llamó positivamente la atención fue el ancho espectro de edades que se congregó. ¿A cuántas personas de más de 35-40 años se ve en los festivales y conciertos de música pop o rock en España? ¿Y rondando los 60? Aquí se notaba que eran realmente ellos, y no nosotros, los que habían crecido con los míticos.



lunes, 8 de septiembre de 2008

Colonia Pico del Pañuelo.

Madrid.
Uno de los fenómenos que más me llama la atención de cualquier ciudad es la paulatina configuración de un barrio. En Madrid tenemos zonas con personalidades claramente diferenciadas: el barrio de los ricos, el barrio de los modernos o el barrio de los gays. Lo curioso del asunto es que, aunque los límites de estas zonas parecen precisos e inamovibles, no siempre han estado ahí. La ciudad se reinventa cada cierto tiempo como si se pusiese un vestido nuevo. Lavapiés, por ejemplo, es hoy el exótico barrio de los inmigrantes, mientras que hace apenas dos días era reducto del casticismo de zarzuela. El edificio de la foto también participa de esta dinámica metamórfica. Pertenece a un complejo llamado Colonia Pico del Pañuelo y tiene aproximadamente ochenta años. Cuando se construyó, allá por los años treinta, sólo vivían aquí funcionarios. Primero fueron los destripadores del Matadero Municipal de la acera de enfrente, y luego los grises policías de Franco. En los últimos años, la Colonia Pico del Pañuelo ha sido ocupada por inmigrantes latinoamericanos que han abierto peluquerías y bares. ¿Y mañana? Nadie sabe. Tan sólo cabe esperar que conserve ese aire de pequeño pueblo amarillo dentro de la ciudad.
NOTA: La reconstrucción de la fachada me ha quedado un poco cutre, pero aun así me gusta la sensación de arquitectura delirante que se desprende de las imperfecciones. Lamentablemente, la Colonia Pico del Pañuelo no está formada por casas que se retuercen. Podéis pinchar en la foto para verla más grande.

domingo, 31 de agosto de 2008

Mi abuela, los cartoneros y el Tío Tom

Buenos Aires

Cuando su ropa estaba demasiado usada o simplemente había pasado de moda mi abuela solía regalársela a la empleada doméstica. Su generosidad no llegaba a incluir los botones en la cesión ya que consideraba, sin duda con razón, que podían ser reutilizados en alguna otra prenda. Como ella no se ocupaba de esas tareas, quien tenía que desguazar la ropa era la destinataria del regalo y objeto final del altruismo de una familia acomodada, que no percibía la siniestra mesquindad de la tarea asignada.


Buenos Aires, como tantas otras, es una ciudad generosa con los incluídos y despiadada con aquellos que sobreviven dentro de sus límites. Quienes menos tienen, como los cartoneros, no forman parte de nuestro mundo. Hemos aprendido a mirar sin verlos y no los consideramos como lo que son, gente que logró generar trabajo en donde no lo había sino como un objeto de lástima a quien se debe ayudar como se ayuda a la viejita sentada en la puerta de la sacristía, con alguna moneda chica y una rápida mirada de compasión. Es común que la gente más pudiente les ofrezca en las terrazas de los restaurantes restos de sandwichs o desechos de comida y se ofusquen cuando los destinatarios de tanto altruísmo no responden como lo hubiera hecho el agradecido Tío Tom en su cabaña, con los ojos húmedos frente a tanta bondad.


Hace algún tiempo el jefe de gobierno de la ciudad, un pelele que tuvo la suerte de tener un padre rico, declaró que los cartoneros robaban la basura a las empresas recolectoras, perjudicando la rentabilidad del negocio.


Como mi abuela y nuestro jefe de gobierno, a los habitantes acomodados de Buenos Aires nos fastidia que los excluídos pretendan tener una vida diferente a la de recibir prendas desguazadas, monedas en las sacristías o restos de sandwichs en restaurantes sofisticados.

lunes, 11 de agosto de 2008

Pekín, Beijing y mi hermano Guillermo


Buenos Aires

Hace muchos años, cuando todavía era adolescente, mi hermano Guillermo tuvo su primer y más contundente acto de rebeldía. Decidió desechar para siempre el extraño sobrenombre con el que hasta ese momento lo designaba nuestra familia y rescatar del olvido el nombre que figuraba en su partida de nacimiento. No fue un proceso paulatino: mi hermano dejó de contestar a aquellos que, incrédulos o simplemente distraídos, pretendían eludir la nueva disposición. El resultado fue un éxito, nadie volvió a escuchar hablar de Yona.

Algo similar ocurrió con la ciudad de Pekín. No recuerdo en que momento la reemplazamos por Beijing, pero se que ocurrió de manera drástica. De la noche a la mañana, como Yona, Pekin dejó de existir.

No siempre fue así, hubo una época en que los perros eran pekineses, Boris Vian escribía El otoño en Pekín (El otoño en Beijing no hubiera tenido el mismo impacto) y David Niven sufría en un elegantísimo uniforme militar cada uno de los terribles 55 días de Pekín.

Los responsables del área de comunicación de nuestra ciudad deberían consultar con los chinos o al menos con mi hermano. Hace 10 años que intentan infructuosamente que su jefe no sea visto como un modesto intendente y que el ejecutivo local sea llamado algo pomposamente Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El fracaso de esas gestiones se puede percibir incluso en algunos vehiculos oficiales, sobre cuyas puertas brilla aún el oprobioso rótulo de Municipalidad de Buenos Aires.

martes, 5 de agosto de 2008

Más superlambananas

Liverpool


Ayer se me olvidó incluir un superlambanana en el post. Como hace unos días me pasó lo mismo, hoy os regalo dos. Una pareja de lo más distinguida: Mona y Superlordmayorlambanana.

domingo, 3 de agosto de 2008

Perlicas olvidadas

Liverpool

Hoy tengo una de esas tardes perezosas, de las de curiosear por internet, ver pelis, o vídeos musicales, que es una de mis actividades indolentes preferidas. Y plagiándome a mí misma, sí (qué le vamos a hacer, me quedan apenas cuatro días para irme de vacaciones), os voy a contar lo que veo. Aquí les encanta hacer listas de lo que sea, como "las 50 mejores canciones interpretadas por pelirrojos" o "los 100 mejores vídeos con gatos". Y yo me lo paso pipa con las listas.

Hoy toca "100 joyas olvidadas de los 90 según Neil Fox", una recopilación de, se supone, temazos de los años 90 que hoy no se radian tanto, hecha por un conocido locutor inglés. Algunos ni los conocía, otros deberían seguir en el olvido, y otros sí me han sacado una sonrisa pensando "qué buena era esta canción!" Como la que os traigo, que es una de mis canciones favoritas desde que puedo recordar.

Dub be good to me - Beats International



Y éstas son según el tal Neil Fox las primeras de la lista, las perlicas de los 90:

22. I touch my self - Divinyls
Iba a poner sólo las 10 primeras, pero esta canción merece ser recordada, aunque sea por ese descaro que tanto se agradece.
...
20. Stay - Lisa Loeb
Ésta es otra de mis canciones preferidas de aquella época. Y la película a la que pertenece, una de las más sobrevaloradas de entonces.
...
11. Linger – Cranberries
Alcanzaron la fama y la gloria con el siguiente disco, pero nunca volvieron a hacer una canción tan buena.
10. Searching – China Black
En su momento, ni frío ni calor, pero hoy reconozco que tiene un ritmillo atractivo.
9. Chains – Tina Arena
Ni la conocía...
8. Ordinary world – Duran Duran
Siempre me pareció una canción preciosa. Igual que el vídeo, y ese vestido de novia.
7. Hold on – Wilson Phillips
En fin, otra demostración de que el talento de los padres no siempre pasa a los hijos...(estas muchachas han heredado algo de Beach Boys y Mamas and the Papas, sí, pero sólo los apellidos.)
6. Black velvet – Alannah Myles
Se supone que fue un temazo, pero a mí me deja un poco igual, la verdad. Dicen que va sobre Elvis...yo no sé por qué, pero igual es porque Elvis también me deja un poco indiferente...
5. Hand in my pocket – Alanis Morissette
De cuando las canciones de Alanis no eran tan aburridas (pero los vídeos sí...)
4. Would I lie to you? – Charles and Eddie
En aquella época odiaba esta canción, pero lo mismo que me hacía odiarla hoy me hace mucha gracia. Oh yeaaah!!
3. One of us – Joan Osborne
Y con ésta nunca he tenido muy claro si me gusta o la detesto...creo que más lo segundo...es que se pasa de ñoña.

2. Crazy – Seal
Grande, grande! Pero yo no creo que esta canción haya sido olvidada. (Alanis de hecho la versionó...pero igual la gente se queda dormida cuando la oye y por eso no se acuerdan.)
1. Sleeping satellite - Tasmin Archer
No sé si esta es la mayor joya jamás olvidada de los 90, pero siempre me ha fascinado, tanto entonces como ahora. Desde luego, si se olvidó, es un olvido muy injusto.

lunes, 28 de julio de 2008

Holiday! Celebrate!

Liverpool

Durante estos días la mayoría de nosotros no tiene otra cosa en mente que las vacaciones que se aproximan. Estaciones, maletas, caravanas, atascos, esperas, overbooking, aeropuertos, niños llorones, roncadores, esperas, el bikini del año pasado que no entra, los restos de rebajas que no me gustan, no encuentro el billete, lo tenía en el bolso seguro, ¿habré cerrado la puerta de casa con llave?, esperas, ¿lleva cinturón, caballero? quíteselo, por favor, señorita, deje aquí sus zapatos, esperas, bocatas de tortilla en papel de aluminio, el aire acondicionado del coche estropeado...esperas...
Desde luego, son muchos los imprevistos (tan previsibles) que pueden convertir el principio de nuestro descanso en un momento de lo más estresante.
En el aeropuerto John Lennon de Liverpool, como son tan majos, lo tienen todo previsto. Así que cuando por fin has facturado sin que te cobren el medio kilo de sobrepeso, reducido el bolso de cuero a su mínima expresión para poder meterlo en la maleta de mano, conseguido pasar el control sin que se te caigan los pantalones, tirado el botellín de agua que acababas de comprar aún sin abrir, y pagado 4 libras por un sandwich de mayonesa, puedes desfogar todos tus nervios, y de paso mantener la línea en este minigimnasio que hay montado en la zona de embarque. Y por una libra de nada, te recuestas después en el sillón de masajes y te quedas como nuevo. Vas a ser el más sonriente del avión.

Y ya que la cosa va de relajarse, aquí el Superchaiselonguelambanana.

jueves, 24 de julio de 2008

El día que me quieras

Buenos Aires

El Jardín Japonés es una pequeña maravilla ubicada dentro de los Bosques de Palermo, una gran maravilla de esta ciudad. Es posible que el haber nacido a pocas cuadras de ahí, haber aprendido a caminar entre sus bancos, haber demostrado sobre su césped mi absoluta ineptitud para el deporte en general y el fútbol en particular, haber padecido allí fiestas estudiantiles escuchando al inevitable Silvio Rodriguez y su traspapelado Unicornio o cantado sobre tomates, latas y la mujer del obrero, además de que hoy siga intentando cada tanto correr más de cien metros alrededor de sus lagos no haga de mi un observador imparcial.

De imparcial, no mucho. Los Bosques de Palermo son para mi el centro del universo, mi lugar en el mundo. Ver los jacarandá en flor es una experiencia que no debería serle negada a nadie. Es más, alguna convención internacional tendría que garantizar ese derecho.

Hace un par de años, en una celebración en el Jardín Japonés escuchamos a una joven japonesa cantar con una voz cristalina canciones tradicionales de su país, vestida con una explosivo kimono de flores. Al terminar, siguió parada en el puente rojo del jardín y luego de esperar un par de minutos, arrancó con una de las mejores intrepretaciones que yo haya escuchado de El día que me quieras de Gardel.

Recordé esa tarde cuando miré el video del extraño recital de un cantante argentino y uno japonés, en ese mismo lugar. Alfredo Casero grabó en Argentina Shima uta, una canción de Miyazawa, escuchada por casualidad en un restaurante japonés. El resultado fue un éxito sorpresivo que culminó con la visita a Buenos Aires del asorado autor que, a diferencia de la bella cantante, ni siquiera sospechaba el español, así como Casero solo conocía el japonés fonético de la canción.

Tanto la porteña en kimono como Casero cantando en japonés me producen una mezcla de placer y emoción. Vaya uno a saber si no es aquello aprendido en la escuela, del crisol de razas, de la tierra de inmigrantes y demás tópicos. Pero en todo caso, al menos en mi, aún funciona.

martes, 22 de julio de 2008

Esta canción me persigue

Liverpool

Vale, no son de Liverpool. Se pueden escuchar en cualquier parte. Pero hay canciones que, por una razón un otra, aparecen con fuerza en un momento dado. Yo estoy teniendo muchas desde que llegué, y he decidido empezar a incluirlas como una parte fundamental de mi experiencia inglesa, porque sé que cuando vuelva a escucharlas, dentro de un tiempo, me transportarán aquí de nuevo.

Alphabeat - Fascination

lunes, 14 de julio de 2008

El café de la esquina.

Berlín.
Si hace ya tiempo hablé de El restaurante de la esquina, ahora le ha tocado a El café de la esquina, "paradigma convertido en institución", como bien comentaba Rinconete en su post 'El bar de la calle Rodney'. A escasos cincuenta metros espacialmente, o temporalmente a un minuto escaso, tengo el Mano Café, y el sábado celebraba su primer aniversario; curioso, tiene la misma edad que la que llevo yo aquí en Berlín.

Qué puedes pedirle a un café-bar, mmm, veamos, que sea acogedor (como solamente los bares de Berlín saben serlo), que no sea caro, que la gente que lo lleve sea agradable, que pongan buena música... vale, es pedir demasiado, pero todo eso y más reúne este lugar, como por ejemplo, los jueves por la noche de cada semana, así por la cara, sin cobrar, música en directo, y de mi asistencia a algunos de estos conciertos sólo guardo en la memoria buenos recuerdos.

Aquí en Berlín, algunas cosas parecen sacadas de un cuento, sobre todo si has vivido en Madrid, en el Madrid de los últimos quince años, donde existe una tendencia enfermiza y peligrosa hacia la prohibición, y no culpo de ello sólo a la clase política sino a nosotros mismos sus ciudadanos... me estoy yendo por las ramas. Hablaba yo del aniversario del Mano Café y decía que en Berlín con ciertas cosas tienes que frotarte los ojos para ver que son ciertas: gente bebiendo en el exterior, sentada en el césped (con un nivel de ruido justo), mientras disfrutas de música en directo en la propia calle (acordeones, violines, contrabajos, banjos, voces, percusiones...), buffet gratis en el interior, tercios de cerveza a euro y medio. Cuando ya se hace tarde y no conviene molestar mucho a los vecinos, fiesta dentro, más y más música en directo y si todavía te quedan fuerzas, música electrónica como final. Pienso en Madrid, mi ciudad, y me pongo triste, porque no entiendo cómo la hemos dejado irse, cómo hemos dejado que los políticos de turno nos la arrebaten, porque una ciudad, si de alguien es, es de sus ciudadanos.

En fin, que al final me he vuelto a ir por las ramas. Hoy el Mano Café regresaba a su tranquila normalidad, esa de tenues colores y velas alumbrando tu espacio, a esa tranquilidad de ver al fondo, a través de sus ventanas, mientras oyes deliciosas notas, pasar el tren amarillo del metro por la plaza.

Salud y larga vida a los cafés acogedores, a la música en directo, y a las ciudades, sobre todo a las ciudades.

jueves, 10 de julio de 2008

Con la casa a cuestas.

Madrid.
Cuando uno viaja, el sitio donde se queda a dormir pasa a ser una especie de prolongación de su casa. Siempre que yo llego a un hotel o monto la tienda de campaña, por ejemplo, necesito practicar el ritual de la hogarización: saco las chanclas y el viejo neceser, vacío la mochila, escondo el dinero... y es como si nunca hubiese salido de Madrid. A continuación siempre miro por la ventana. Al otro lado lado del cristal está el mundo raro, nuevo, desconocido, y a este lado están el confort y la tranquilidad que proporcionan unas chanclas gastadas. Es un contraste muy estimulante entre lo viejo y lo nuevo, entre lo propio y lo ajeno, ¿no os parece? Esa primera impresión siempre se me queda muy grabada. Hay ciudades maravillosas que en mi cabeza están asociadas al patio de luces del hotel cochambroso donde me alojé cuando las visité, o a un cartel de neón que se colaba por los visillos, o al ruido de los bares de abajo. Cuando fui a Buenos Aires, la primera imagen que tuve de la ciudad fue la de este maravilloso chaflán de San Telmo. Es lo que se veía desde la ventana del piso de un amigo que me acogió, justo entre las calles Defensa y Estados Unidos. Aquí fue donde se decían buenos días en mi cabecita, cada mañana, Madrid y Argentina. Y ahora que estoy publicando una serie sobre aquel viaje en mitte, me ha parecido interesante contároslo. Si os apetece ver ésta y otras fotos porteñas a mejor calidad, os invito a que visitéis mi fotolog.

miércoles, 9 de julio de 2008

Adiós

Liverpool
Andaba preparando una entrada musical, cuando he sabido por nuestro amigo Miguel de Carne Digital de la muerte de Sergio Algora, alma de El Niño Gusano y La Costa Brava. Así que he cambiado de canción. Perdonad que no haya encontrado una versión mejor.

lunes, 7 de julio de 2008

Visible virals (II)

Liverpool


"La persona media piensa que es más inteligente que la media. ¿Crees que eres más inteligente que la media?"

Con esta pregunta continúo la encuesta que nos dará el perfil del chaflanero medio.

Bueno, ¿qué decís?

Y ya que la cosa va de cerebritos, y para no faltar a mi palabra, ahí os dejo también al Superlambanana licenciado.







lunes, 23 de junio de 2008

El profesor.

Madrid.
Este señor ha sido mi profesor de Arte Contemporáneo durante los últimos cuatro meses. El primer día de clase dijo: "tenéis que hacerme una lista con cuatro artistas del siglo XX que os interesen, y no vale Miguel Ángel porque es del Renacimiento". A continuación dió tres minutos para que escribiésemos, recogió las listas de todos y empezó a leer la primera: "Dalí, Picasso, Gaudí y... Miguel Ángel". Ni se inmutó, el tío; se atusó la perilla y siguió leyendo listas hasta contabilizar tres o cuatro Miguelángeles más. Ahora que ya he terminado su asignatura, supongo que puedo decir que probablemente haya sido el más simpático de mis profesores. Su clase coincidía con mi digestión y cada vez que yo me quedaba dormido, él gritaba más fuerte para despertarme. Un día fui a su despacho y le dije: "mire, profesor, esto no puede seguir así: yo me voy a dormir siempre en sus explicaciones y usted tiene que comprenderlo porque me levanto muy pronto y la comida causa estragos en mi lucidez". El profesor me dio una palmadita en la espalda y parpadeó despacio, comprensivo: "¿cómo se llama usted?", me dijo. Y a partir de aquel día siempre se dirigía a mí por mi nombre durante la clase. Hay muchas más cosas que me encantaría contaros, pero voy a quedarme sólo con una: en más de diez años de universidad, este profesor ha sido el único que me ha pedido un trabajo artístico para evaluarme. Y, aunque sospecho que es escandalosamente poco riguroso, me lo he pasado fenomenal haciéndolo. ¿Qué me decís de vosotros? ¿Habéis tenido algún profesor memorable en vuestros chaflanes?

lunes, 16 de junio de 2008

Go Superlambanana!


Liverpool
Os presento a Superlambanana, la mascota que desearía tener si fuese de verdad. Creación de Taro Chiezo, este cordero-plátano vive cerca de mi casa, y cuando lo conocí fue amor a primera vista (me pasó también con el Puppy bilbaíno). Los manchesterianos, que son muy listos, también se han dado cuenta de su encanto y se lo quieren llevar. Espero que no lo consigan, o al menos no mientras yo viva en Liverpool. Grrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!
Os hablo hoy de él porque, como parte de los actos de la capitalidad cultural, desde este fin de semana la ciudad se ha llenado de nuevos lambananas, más pequeños (180 cm de altura), todos distintos, diseñados por diferentes colectivos, artistas o famosos, y se quedarán hasta finales de agosto. Y eso me hace feliz. Ahora tengo una nueva distracción, y es ir a la caza del lambanana. De hecho, uno de los objetivos de la iniciativa es que la gente explore y conozca Liverpool. A mí, desde luego, me han convencido.

No os voy a poner un post por cada lambanana que encuentre, en parte porque dicen que van a ser más de 100, y en parte porque por monos que sean no dan para comentar tanto, pero en cada nuevo post aparecerá uno de los que más me gusten.

jueves, 12 de junio de 2008

Taxistas

Buenos Aires

Hay fascistas que no son necesariamente choferes de taxi.

Ya sean los impecables mercedes parisinos, los mugrientos yellow cab newyorquinos o los destartalados peugeot 504 porteños, los taxis parecen desteñir en sus choferes una ideología homogeneamente reaccionaria. El taxista es un ser metódico que ya tiene identificado al enemigo (extranjero, desempleado, negro, homosexual, drogadicto, chino, mujer o aún peor, otro taxista) y posee una inusual capacidad para sintetizar la solución a los problemas de este país: Matarlos a todos.

Pese a ser de clase media o media baja, comparte la ideología de los más poderosos. Cree de esa manera formar parte de un selecto club que en realidad jamás le abriría sus puertas. Denosta al Estado y a los políticos como fuente de todo mal y mientras apoya una vaga noción de mercado sigue defendiendo a rajatabla las protecciones corporativas que facilitan su negocio.

Admira a los hombres providenciales, la mano dura y las soluciones inmediatas. Es partidario de la pena de muerte para todas las infracciones exceptuando las de tránsito.

Suele iniciar sus discursos de camisas pardas con comentarios inocuos sobre el tiempo o el último partido de fútbol. Es por ello aconsejable optar por una sordera repentina o desplegar el diario como barrera sanitaria.

sábado, 7 de junio de 2008

Liverpool con la Roja

Liverpool

Hoy empieza la Eurocopa 2008, y el Reino Unido de la Gran Bretaña no ha conseguido colar a ninguna de sus selecciones en ella. ¿Nos quedamos sin competición, sin reunirnos en los bares, sin pintas en nombre del fútbol? ¡Por nada del mundo, que estamos hablando de ingleses!
Cada uno que escoja su selección favorita, y a apoyarla con todas sus fuerzas.
En este bar de London Road han decidido que se hacen polacos y españoles.
Lo que me pregunto yo ahora es cuánto les va a durar a los pobres la afiliación, si finalmente la temida tendencia a no pasar de cuartos se cumple.
Pero de momento, el próximo martes, ya tenemos una excusa para irnos de fiesta con nuestros compatriotas liverpulianos! ¿Se aprenderán el "a por ellos, oé"?

lunes, 2 de junio de 2008

Visible virals (I)


Liverpool

"Las personas, de media, se enamoran 3 veces a lo largo de su vida. ¿Crees en el amor a primera vista?"

Dentro de las actividades como capital cultural, y en colaboración con la Biennal de Liverpool, la ciudad nos hace a través de Visible virals una encuesta por las calles, para conocer cómo es el liverpuliano medio.
En distintas fachadas, en diferentes calles, podemos encontrarnos mientras paseamos con una de las varias gigantescas preguntas que consituyen esta encuesta. Yo ya he localizado cerca de media docena, y he pensado que os iré haciendo la encuesta desde el blog.
Vamos a ver cómo es el chaflanero medio.
Por cierto, yo sí creo en el amor a primera vista.

domingo, 18 de mayo de 2008

Cerrando el triángulo

Liverpool
Hace hoy 28 años que Ian Curtis se suicidó, y coincidiendo con esta fecha, ayer me fui a FACT (centro al que dedicaré en breve un post) a ver el último film -hasta el momento- dedicado a Joy Division, después de 24 hour party people y Control. De ambas películas ya hicieron una revisión estupenda nuestros amigos sindrogámicos, por lo que no comentaré nada más.
El documental de Grant Gee se llama Joy Division y de eso habla, del grupo; es de hecho el grupo (sus otros tres componentes, quienes no pudieron continuar sin Curtis como si nada, y se renombraron New Order) quien toma la palabra, junto con otros actores de aquel fenómeno musical que (para mí como para ellos) fue histórico. En el documental podemos, por ejemplo, recuperar al desaparecido Tony Wilson (quien abre el trailer), o escuchar a la novia (que no la mujer) de Ian Curtis, a quien se veía en ocasiones como una Yoko Ono cualquiera, pero que fue la única que supo entender de qué estaba hablando el cantante de Joy Division en sus letras.
No voy a hacer ninguna valoración cinematográfica sobre el documental, no es mi intención hoy. Podría seguir escribiendo líneas y líneas con los detalles que me han gustado, pero tampoco quiero aburriros. Dejemos que hablen ellos mismos. Yo sólo quiero dejar constancia de lo mucho que he disfrutado su visión, y por tanto recomendarlo.Porque la portada de Unknown Pleasures sigue siendo una de mis imágenes favoritas, y porque cada vez que oigo Love will tear us apart pienso que es la canción más grande que se ha escrito nunca.


jueves, 15 de mayo de 2008

La fuente milagrosa de San Isidro.

Madrid.
El quince de mayo es el día de San Isidro Labrador, patrón de Madrid, y los madrileños se van a la pradera para beber el agua milagrosa de su fuente. Según la leyenda, el bueno de Isidro pegó con su hazada en el suelo y empezó a brotar agua. Yo, la verdad, no me lo creo mucho porque en el fondo este señor era un poco vago. Las mismas leyendas que cuentan el milagro del agua dicen que él nunca trabajaba, que se dedicaba a rezar mientras dos ángeles conducían sus bueyes con el arado. ¿Cómo voy a creerme entonces que picase en el suelo? Otra maravillosa paradoja es que, en realidad, el agua de la fuente se puede beber todos los días del año. Y sin embargo, la gente sólo forma colas inmensas el quince de mayo. Supongo que deben de creer que funciona mejor cuando toca festivo. Yo he ido varias veces, pero nunca he bebido: la fuente me da un poco de yuyu porque nace justo al lado de un cementerio. Por suerte, San Isidro tiene un montón de historias estupendas donde el agua es protagonista. Mi favorita es la del día que le contaron que su mujer, Santa María de la Cabeza, se la estaba pegando con unos pastorcillos. El pobre San Isidro, cuando se vio con los cuernos en la cabeza, debió de sentirse tan idiota como sus bueyes. Pero Dios, que disfruta lo mismo creando entuertos como resolviéndolos, obró un milagro: hizo que Santa María de la Cabeza caminase sobre el agua. Como todo el mundo sabe, si caminas sobre el agua no puedes ser adúltera, así que los rumores sobre las juergas de Santa María se acallaron al instante. Curiosamente, ese mismo río es el que da de beber a los madrileños en la actualidad. O sea, que en el fondo todos estamos sobreprotegidos, bebamos o no bebamos de la fuente milagrosa. ¿No es fantástico?

sábado, 26 de abril de 2008

Humo



Buenos Aires

Al Gore tiene razón, el mundo va camino a su perdición. Día a día podemos observar nuevos cambios, alertas inminentes. Sin ir más lejos, ya casi no se consigue helado de pistacho, un clásico de las heladerías hasta no hace mucho. El servicio meteorológico, antaño una autoridad indiscutible, hoy nos inspira la misma confianza que un telemarketer intentando vendernos un tiempo compartido o una tostadora. Ya no hay invierno nos dice el taxista y por una vez, le creemos.

La catástrofe es inminente. Los signos son inequívocos, basta con caminar por la calle. Desde hace varios días Buenos Aires se ha transformado en una gran nube de humo. Ya no se consigue colirio en las farmacias y los más avezados han empezado a stockear barbijos. La causa de la calamidad es clara, por decirlo de alguna manera. Miles de hectáreas de pasto quemado. Las razones de esa quema no son tan claras y varían de acuerdo al interlocutor elegido. El taxista sostiene que la quema es tan vieja como el campo y que este año falló el viento (este es uno de los pocos lugares del mundo en donde el viento puede fallar). El vendedor de diarios argumenta que los responsables son los mismos dirigentes rurales que pararon el país hace unas semanas mientras que los más imaginativos pregonan que es una operación encubierta del gobierno para culpar a los dirigentes rurales y algunos místicos consideran que todo esto no es más que el justo castigo de Dios por vaya uno a saber que actos lujuriosos y esperan con aprensión la lluvia de fuego y nuestra inmediata transformación en estatuas de sal.

Aunque quien sabe, tal vez Al Gore, el taxista y los místicos estén equivocados y la razón, el verdadero sentido de todo esto haya que buscarlo en los incombustibles Plateros:

Cuando una llama encantadora muere,
el humo entra a tus ojos.
El humo entra en tus ojos.

jueves, 24 de abril de 2008

Defensores


Liverpool

Otra vez me salgo de la idea original del blog. O igual no.
Hablamos de ciudades, y desde nuestros cuatro pequeños chaflanes repartidos por el mundo, al final hablamos también de éste. Pero hay un montón de chaflanes que no tienen voz, o se la callan a cada palabra.

Acabo de recibir la información de esta exposición online de Sofía Moro para Amnistía Internacional, y mientras la leía sentía que no me la podía quedar para mí sola. Las historias de estas personas, y sus caras, merecen ser conocidas, porque nos redimen a todos.

No diré que en nuestras ciudades todo es perfecto, pero comparativamente somos unos privilegiados por habernos tocado vivir donde lo hacemos, porque podemos expresar lo que pensamos y sentimos con total libertad. Así que voy a invitarles a mi ciudad. Se lo debo; soy tan cobarde que probablemente nunca me atreva a comprometerme más.

lunes, 21 de abril de 2008

El vendedor de regaliz.

Madrid.
En Madrid apenas queda venta ambulante. Creo que la Real Academia de la Lengua debería tomar cartas en el asunto, porque palabras como "buhonero" o "mercachifle" son demasiado bonitas como para que la gente no las utilice. A día de hoy, en la calle sólo se venden películas falsas, collares de lucecitas y pañuelos palestinos para los pijos. Si uno quiere vendedores ruidosos, de ésos que anuncian su mercancía y no se esconden de la autoridad, entonces tiene que irse al Rastro. El Rastro es un mercado dominical que se extiende por el barrio más incómodo de la ciudad, un verdadero sindiós de cuestas imposibles. Cuando yo vine a vivir a Madrid, alguien me prometió que aquí podría regatear los precios y volver a casa con una ganga debajo del brazo. Era mentira, pero no me importa. De vez en cuando salgo a pasear por los callejones donde todavía extienden alfombras de objetos disparatados, y hago fotos como ésta, de los vendedores de regaliz. Ya quedan pocos personajes como éste, tan dignos en su sencillez, y hay que valorarlos.
Esta historia continúa (o comienza, no lo tengo muy claro) en otro blog, Sindrogámico.

jueves, 17 de abril de 2008

Metropolitan Cathedral


Liverpool

Liverpool tiene dos catedrales, la anglicana y la católica (también llamada metropolitana), que están unidas por una calle de oportuno nombre, Hope Street. Las dos son bastante imponentes, en estilos muy distintos, y merecen la pena ser visitadas cuando se viene a Liverpool. Además, se da el caso curioso de que la anglicana fue proyectada por un católico, y la católica por un anglicano. Viva la armonía entre confesiones!


La catedral católica es más moderna y llama la atención por su poca ortodoxia; se llama Iglesia de Cristo Rey, y de hecho su forma recuerda a una corona. Yo no sé mucho de arte, pero hasta donde alcanza mi conocimiento, las catedrales suelen tener planta de cruz. Ésta no; también es redonda por dentro, como si en lugar de celebrar el sacrificio de Cristo hubieran preferido celebrar su triunfo. Eso suena bastante positivo, si no fuera porque dentro la catedral cuenta con algunas capillas e imágenes que dan un poco de miedo, siguiendo esa tendencia católica de educar a los fieles en el temor de Dios.

Si venís a visitarla algún día, fijaos en la serie de estatuas colocadas en las paredes, que constituyen un Vía Crucis que pone los pelos de punta, pues todos los personajes parecen esqueletos vivientes.

Con independencia de la confesión (o aconfesión) de cada uno, es un lugar que merece la pena conocer.

domingo, 6 de abril de 2008

Fiesta del espacio.

Berlín.
¿Dónde podrías asistir en la Tierra a una fiesta del espacio, con aliens y robots, en una atmósfera de buen rollo y carente de prejuicios, en un sitio chulísimo al lado de un gran río en el centro de una gran ciudad, pagando por entrar seis euros y si vas disfrazado tres, con buena música y gente con ganas de bailar y pasarlo bien?, pues por ejemplo ayer en Berlín. Esta ciudad es difícil de creer. La voy a echar muchísimo de menos.


martes, 1 de abril de 2008

Losing my religion

Liverpool

Leyendo una estupenda revisión de la discografía de R.E.M. con motivo de su último disco, "Accelerate", me ha venido a la cabeza un anuncio que ponían aquí en televisión hace unos meses. Es de un programa de radio de la BBC 2 conducido por un tipo polifacético llamado Russell Brand, que aquí al parecer es bastante conocido (aunque no por mí, he de confesar). Como el anuncio me gustaba mucho, hoy lo comparto con vosotros.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Ciudades imaginadas

Buenos Aires

Asi como uno visita ciudades, las ciudades nos visitan. O más bien nos invaden, a través del cine, de la literatura o simplemente de los relatos siempre asombrosos de los viajes de nuestros amigos (y sus pesadillezcas series de fotos digitales).

Durante años imaginé Nueva York a través de cada serie televisiva, de cada relato o de cada película que la tuviera como telón de fondo. Kojak, Scorsese o Paul Auster iban desarrollando para mi una geografía tan imaginaria como real. Probablemente la emoción que sentí al cruzar por primera vez el puente de Brooklyn hacia Manhattan tenga más que ver con ese mapa soñado que con la realidad necesariamente limitada que me esperaba del otro lado.

Tal vez el único caso en el que la realidad precede al sueño sea la ciudad en la que nacimos (lo siento, al parecer es un tema recurrente). Esa ciudad está allí antes de estar en libro alguno. Sin duda al irnos durante un cierto tiempo esa realidad se hace más difusa y probablemente se mezcle con esos otros recuerdos, ajenos, importados de otros autores. Pero nuestro recuerdo será siempre el primero, anterior a todos los otros relatos e imágenes.

Pensaba en esto luego de conversar la otra noche con el amigo rfa. en un restaurante situado no muy lejos del Bar de la calle Rodney, en el barrio de la Chacarita. Pensaba en cual sería su Buenos Aires soñada y cuan fiel a ese mapa fue la realidad que le tocó en suerte.

martes, 25 de marzo de 2008

Añoranza del Bando

Liverpool ?

Lo sé, no viene muy a cuento. Ni ocurre en Liverpool, ni yo estoy allí de vacaciones. Pero me acabo de dar cuenta de que hoy es el Día del Bando en Murcia. Y aunque esto no signifique nada para la mayoría de la gente, los murcianos viven este día, me atrevería a decir, como el más importante del año. O al menos uno de los más importantes.
Un día para pasarlo en la calle, disfrutar del sol, encontrarte con todo el mundo (si no te encuentras con un conocido el día del Bando es que no está en Murcia), beber, y si hay suerte, mucha suerte, saborear una morcillica en alguna barraca.

Lo curioso es que últimamente evitaba el Bando. Durante los últimos 6 ó 8 años que pasé en Murcia, sólo uno me quedé para este día. Todos los demás me iba; no porque no me gustara, sino porque ya lo tenía muy vivido.
Y hoy, en Liverpool, con esta lluvia y este cielo gris, me he acordado del Bando, y me ha entrado antojo de habas crudas, de longaniza y patatas con ajo, de paparajotes...pero sobre todo todo todo, de sol murciano.

Este post va por todos los murcianicos (de cuna, adopción o corazón) que, como yo, no pueden disfrutar hoy del Bando de la Huerta. Paparajotes para todos!

viernes, 29 de febrero de 2008

Garabatos

Berlín.
Quizás por ser algo tan popular y ya intrínseco de la ciudad, tan obvio, me había resistido hasta ahora a publicar algo relacionado con el grafiti, pero si no lo hacía también estaría dejando de llenar un hueco muy importante de lo que es esta ciudad. Hay tantos, algunos auténticas y hermosas obras de arte, que a veces es casi como ver las farolas que uno adelanta, mientras piensas en porqué demonios no funciona la luz de la bici si la bombilla, la dinamo y todo parece estar correcto, por ejemplo.

Aquí abundan todo tipo de grafitis, desde los más trabajados hasta el típico garabato, el cual pienso yo no debería tener esa distinción excelsa (esa es la sensación, quizás pervertida, que tengo al oir la palabra, aunque al parecer la propia definición del término incluya también a estos garabatos) de ser llamado grafiti, garabato está mejor, "mira, han puesto un nuevo garabato en el descansillo". Sí, porque aquí encontrarse en el descansillo, en las paredes de las escaleras interiores que suben a los diferentes pisos multitud de garabatos esta dentro ya casi de una normalidad, exagero, lo sé, no ocurre en todos los casos ni mucho menos (que Berlín es enorme), donde yo vivo no por ejemplo, pero para mi ya se ha convertido en algo carente de sorpresa, incluso de mala imagen, de suciedad, y eso que no me gustan estos garabatos.

El otro día pasé por casa de un amigo y al subir por el interior del edificio todo me parecía extraño e inhóspito, habían desaparecido todos los garabatos, las paredes estaban lustradas y pintadas de nuevo, con un color bastante feo por cierto.

Nunca se sabe hasta que punto puede uno moldear su mente, es lo bueno de vivir en otras ciudades, otros países, otras culturas, tu mente adquiere una agilidad, un engrasamiento que evita que la maquinaria se oxide. Pero hay que tener cuidado, a la vuelta de la esquina, incluso en todos esos "otros", nos podemos volver a encontrar con el óxido, con el garabato...

...por cierto, creo que después de todo lo he vuelto a no hacer, sigo sin publicar un post de grafitis...

domingo, 24 de febrero de 2008

El cementerio de la Almudena.

Madrid.
“Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres”. Así comenzaba un poema de Dámaso Alonso titulado Insomnio que leí cuando tenía diecisiete años. En aquella época yo todavía no vivía en Madrid, pero cuando me trasladé unos meses más tarde lo primero que hice fue visitar el cementerio. El lugar donde los madrileños están enterrados no es especialmente bonito, no tiene grandes mausoleos ni viejas tumbas neogóticas. Es, simplemente, una gigantesca ciudad con millones de cadáveres. Desde las autopistas que entran por oriente, cuando miras por encima de los muros, se adivina un mar de lápidas, ondulante y blanco. Un viejo agujero encajonado, olvidado por casi todos. Muchas veces he deseado parar el coche para hacer una fotografía, pero en la carretera está prohibido detenerse. Hay que conformarse con mirar a los muertos desde lejos, fugazmente, por la ventanilla o el retrovisor. O, si se prefiere, programar una excursión, como hice yo ayer. Es un lugar tranquilo y solitario, ideal para una mañana de sábado. Como muchos de vosotros estáis lejos, he colgado la fotografía a un tamaño razonable, para que podáis haceros una idea si pincháis en ella.

miércoles, 20 de febrero de 2008

La ciudad de uno



Buenos Aires

Hace un tiempo un amigo afirmó como si fuera una verdad bíblica que la nacionalidad era un concepto falso o al menos exagerado. Que alguien podía a duras penas sentirse parte de una ciudad pero que el sentimiento de pertenecer a algo tan vasto y difuso como un pais era una entelequia.

Más allá de las certezas de mi amigo es cierto que el amor hacia el país natal no está hecho de la misma materia que el amor que sentimos hacia la ciudad de nuestra infancia. Creo que la clave del misterio está en una verdad de perogrullo que se le escapa a los facistas de turno, que sueñan con limpiar sus naciones de impurezas foráneas: antes de nacer en paises, nacemos en ciudades. Nuestros primeros recuerdos son recuerdos de calles, de esquinas (de chaflanes), de veredas y de plazas. No de regiones, provincias o autonomías.

Leyendo un posteo enterior (La ciudad global) pensé que tal vez algun día esos recuerdos sean también globalizados. Así como hoy recuerdo el cine Gran Norte de mi infancia, tranformado primero en supermercado y luego en un extraño local de venta de futones y n. tiene en su memoria al Capitol o al Palafoxtal que me son ajenos, tal vez mi hijo de 3 años comparta algún día el recuerdo de un Starbucks con un chico de Bombay que nunca conocerá.

Aunque es probable que el futuro sea más indulgente de lo que pensamos lo cierto es que, como escribió Baudelaire mucho antes que se abriera el primer Mac Donald's en Paris, lamentablemente la forma de una ciudad cambia más rápido que el corazón de un mortal. Creo que esa es la razón por la solemos enemistarnos con la ciudad en donde nacimos. Queremos que sea la misma, que podamos por la misma vereda encontrar la misma plaza o la misma heladeria, el mismo cine, los mismos amigos o la misma novia (aquella rubia que usaba trenzas o la vecina del 3°B).



Algo de eso le pasa a Thomas Dutronc en J'aime plus Paris. Después de lanzar quejas e ironías sobre la supuesta decadencia de su ciudad, termina por declararle su amor incondicional.