miércoles, 31 de octubre de 2007

This is Halloween, This is Halloween

Liverpool

Este no es el edificio más emblemático de Liverpool, ni tampoco he pasado en él momentos especiales. De hecho, no he entrado en él nunca…De hecho, no he visto a nadie entrar ni salir de él nunca.
Elegí este banco fantasma para mi primer post liverpooliano, primero, porque hace chaflán y es eleganTe, pero también porque es parte de mi paisaje cotidiano. Ésta es mi vista desde el último semáforo en el que paro antes de llegar al hospital donde trabajo.
El caso es que tenía preparada una foto luminosa y soleada de esta esquina, pero el otro día salí tarde de trabajar y lo encontré con este aspecto…Dada la proximidad de Halloween, opté por esta nueva imagen. (Aquí sí es una tradición arragaida, -y cruzo los dedos para que pase esta noche sin que aparezcan en mi puerta los pequeñecos proponiéndome trick or treat, porque tengo entendido que ahora sólo aceptan de cash para arriba.)
Aunque lo veais, este banco ya no es; pertenece a una parte de Liverpool que en realidad no existe. Esta ciudad es un puzle espacio-temporal; en su arquitectura se mezclan sin armonía alguna una ciudad que un día aspiró a ser grande y rivalizar con la capital, con otra maltratada por el desempleo y la desesperación, y con un proyecto de ciudad que pretende llegar a ser pronto un referente europeo.
Espero ser capaz de llegar a conocer bien las tres, y de saber transmitiros la curiosidad que me despierta.
Welcome to Liverpool, my friends!


lunes, 29 de octubre de 2007

El bar de la calle Rodney



Las esquinas son las partículas elementales de la ciudad. Podemos imaginar una ciudad sin monumentos, sin árboles o incluso sin veredas. Nos faltaría imaginación para pensarla sin esquinas. La ciudad es el lugar de encuentro y de intercambio por excelencia y la esquina es su paradigma.

Si a ese paradigma le agregamos un café obtenemos una institución, el café de la esquina, que por su importancia merece ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Como las tarimas de Hyde Park, el café de la esquina inspira a los mejores oradores espontáneos. Si las esquinas son las partículas elementales de la ciudad, el café de la esquina es su núcleo esencial.

El bar de la calle Rodney es una institución secreta. Está ubicado en Buenos Aires, detrás del cementerio de la Chacarita. Mantiene el viejo techo de chapa sobre la vereda, el cartel original pintado en el vidrio y las antiguas mesas de madera. La entrada es por el elegante chaflán o la elegante ochava, como se dice acá. Es un buen lugar y está además a media cuadra de mi casa, la distancia máxima que debe separarnos de un buen café, según lo que estipula la Convención de Ginebra.

Un domingo a la noche, hace ya varios meses, me sorprendió ver allí a David Byrne subido a una mesa. Tocaba la guitarra mientras un pequeño ejército de asistentes se ocupaba de toda una serie de equipos y luces. Supe después que filmaba un videoclip con La Portuaria, el mismo grupo que había escrito hace años una canción sobre el bar.

Acabo de verlo por primera vez, se llama Hoy no le temo a la muerte, título acorde al cementerio junto al que fue filmado.

domingo, 28 de octubre de 2007

eleganTe chaflán.

En un tebeo de Liniers leímos una vez que las esquinas son marcas genuinamente humanas porque en la naturaleza no hay ángulos rectos. A nosotros, de las esquinas nos gusta que sean sinécdoques perfectas de la ciudad. Y de los chaflanes, que sean una esquina elevada al cuadrado. A partir de ideas como éstas hemos modificado el tebeo original y lo hemos colgado aquí para presentar eleganTe chaflán. ¿Y qué es eleganTe chaflán? Un blog sobre esquinas repartidas por el mundo. Una esquina en Liverpool, una en Berlín, una en Buenos Aires y la última en Madrid.
Somos cuatro personas que queremos contar cómo es el sitio donde vivimos. Algunos, como Chicoutimi o Mikto Kuai, acabamos de llegar y buscamos nuestro lugar, mientras que otros, como Rfa. y Rinconete, somos viejos conocidos que rendimos homenaje a nuestra casa. Desde hoy, y durante el tiempo que dure esta aventura, iremos desgajando aquí las intimidades de nuestros respectivos chaflanes. Con un poco de suerte terminaremos dibujando una ciudad invisible donde cualquiera podrá dar un eleganTe paseo. Invitados están.