miércoles, 20 de octubre de 2010

Diseño Urbano 08

Berlín.


Kreuzberg, 15,30 h. (1 de mayo de 2008).

jueves, 23 de septiembre de 2010

Diseño Urbano 07

Santiago de Chile
Parque Forestal, 10 h (15 de septiembre de 2010)

jueves, 26 de agosto de 2010

Esperanto



Rosario

En Rosario, en el centro del pasaje PAM, hay una Academia de Esperanto en donde un señor espera cada tarde que un improbable interesado abra la puerta. Solo busca enseñar una lengua inventada hace cien años, cuyo único fin es el bien común.

No todo está perdido.

lunes, 28 de junio de 2010

Diseño Urbano 06

Lima, Perú.

Barranco, 12 h. (26 de mayo de 2010).



sábado, 5 de junio de 2010

Como Dios manda

Buenos Aires

Un amigo me contó que siendo adolescente, en plena dictadura militar, después de jugar al fútbol con unos amigos intentó tomar un colectivo para volver a su casa. El chofer, indignado por sus pantalones cortos, se negó a llevarlo y lo hizo bajar.

Una tarde, también en aquella época, mi tío volvió a casa tan indignado como el colectivero. Tardé un rato en entender el relato que nos hizo, entrecortado de insultos furiosos. Había visto a una pareja de adolescentes besándose en el banco de una plaza. No hizo falta mucho más que eso para que mi tío, un ciudadano modelo, se atreviera a amenazar físicamente al enamorado, que huyó despavorido junto a su amiga.

Mi hermano, a finales de la dictadura, decidió acostarse sobre el pasto de la plaza Francia a tomar sol. Un patrullero frenó ruidosamente a unos metros y un oficial que consideraba que no tenía tareas más imperiosas para hacer, le gritó que se abrochara la camisa.

Es improbable que la junta militar haya establecido códigos urbanos específicos para impedir tomar un transporte público en pantalones cortos, besarse en una plaza o abrirse la camisa para tomar sol. De eso se ocupaban las ligas menores, los ciudadanos decentes, esos que definen el sentido común, el hacer las cosas como se debe o mejor, como Dios manda.

Se ha escrito mucho sobre los grandes estragos de la dictadura, sobre sus calamidades sangrientas. Mucho menos sobre el día a día de ese tenue fascismo.




Foto de Roberto Pineda

miércoles, 19 de mayo de 2010

Favoritos (II): JLA Hall of Fame

Liverpool

Hace mucho que no escribía sobre Liverpool, porque hace mucho que me marché, y cada vez que he intentado retomar el chaflán me ha entrado nostalgia y pena.

Recientemente se ha encajado la última pieza que faltaba de mi nueva etapa (= el trabajo), y eso me ha hecho sentir necesidad de escribir de nuevo sobre la ciudad que añoro. Me ha parecido que volver al aeropuerto era apropiado, pues al fin y al cabo es el primer y último sitio en el que estuve.


Una cosa que me gustaba hacer cuando embarcaba con tiempo, y que recomiendo a todo usuario del John Lennon Airport, era visitar la exposición de fotografías de Harry Goodwin, todo un Hall of Fame en el sentido estricto de la expresión. En la sala de espera de las puertas 1-10 (si no han cambiado la ubicación) se reunen decenas de retratos de músicos, cómicos y actores, la mayoría realizados hasta finales de los 70 ó principios de los 80. Y en la zona de las puertas 30-32 se pueden ver fotos de los Fab Four realizadas por el mismo artista.
Sobra decir que siempre me quedaba en las puertas 1-10.
La foto que os presento es una composición y me da igual que se noten los favoritismos.
Premio para el que acierte todos.

martes, 18 de mayo de 2010

Diseño Urbano 05

Florencia

Piazza della Repubblica, cerca del mediodía.

Encontrado en la red.

lunes, 10 de mayo de 2010

El cubo, el burro y el senador

Buenos Aires

En primer grado, hacia fines del siglo XVII, recibí clases de manualidades. Fue en una escuela, mixta desde no hacía mucho, en la que intentábamos sobrevivir dos varones rodeados de quince o veinte nenas. Las manualidades, que históricamente habían consistido en clases de bordado, incluían desde nuestra llegada una actividad más acorde a nuestra condición de hombres: lijábamos cubos de madera.

Aburrido de una tarea inútil para la que alcanzaba el bulbo raquídeo y sobraba el cerebro, pedí aprender a bordar. Solo obtuve una respuesta seca y mi madre un comentario alarmado.

La semana pasada, durante el debate parlamentario sobre el proyecto de ley de matrimonio gay, un senador se opuso a la iniciativa alegando que si no mañana alguien se va a poder casar con un perro o con un burro. Una de sus colegas argumentó con acierto que la esposa del senador ya había incurrido en la segunda de las opciones.



Recordé los viriles e inútiles cubos lijados e imaginé que el senador probablemente haya abusado de aquella tarea.

lunes, 5 de abril de 2010

El terremoto de Lisboa y el peinado de la cantante.

Buenos Aires

Voltaire tardó casi un mes en enterarse del terremoto que destruyó Lisboa en 1755.
Cuando en 1806 la noticia de la caída de Buenos Aires a manos de las tropas británicas llegó a Londres, la ciudad ya había sido liberada por sus habitantes.
Antes de ser reemplazado por el telégrafo, el Pony Express revolucionó la circulación de información en Estados Unidos uniendo las costas atlántica y pacífica en menos de dos semanas.

En un café de Buenos Aires supe, al instante en que ocurría, que una de las Spice Girls se había cortado el pelo como un mohicano para participar de una fiesta en Nueva York.

La velocidad de la nimiedades suele potenciarlas, como escribió el viejo Thoreau hace 150 años.

domingo, 28 de marzo de 2010

Diseño Urbano 04

Buenos Aires

Chacarita 18:38 Hs.

sábado, 20 de marzo de 2010

Correspondencia

Buenos Aires

Marcelo Brodsky es un fotógrafo argentino. Hace unos años expuso una especie de ensayo fotográfico sobre la evolución personal y colectiva de un curso de alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires, marcado por la desaparición de dos de sus miembros a manos del terrorismo de estado. La pieza central era la imagen que ilustra este post, la foto clásica que todos tenemos en algún cajón y que no dejamos de mirar cada 10 años.

Martin Parr es un fotógrafo inglés, especialista como nuestro amigo rafa en descubrir perlas invisibles para el resto del mundo. La gran diferencia, creo, está en que Martin Parr practica una crítica irónica que no parece interesar demasiado a rafa.

Brodsky propuso a Parr mantener una conversación visual a través de 15 imágenes que cada uno debía elegir (podían ser previamente editadas o producidas especialmente). Fue un diálogo lento, a razón de dos imágenes por mes, en donde sobresalió la melancolía de uno y la colorida ironía del otro y sobre todo las ganas de jugar de ambos.

Las mismas ganas de jugar a distancia que siempre han sido el motor de nuestro hoy algo escuálido chaflán.



Las 30 fotografías resultantes fueron editadas en un elegantísimo libro, de esos que se compran compulsivamente, por la galería chilena AFA.

martes, 23 de febrero de 2010

Diseño Urbano 03

Santiago de Chile

Vitacura, martes 18:20 Hs.

lunes, 11 de enero de 2010

La terrorífica historia de Macarrono,el muñeco de nieve de Madrid.

Madrid.



Artículos relacionados:

sábado, 2 de enero de 2010

Las heridas y el código postal.

Madrid.
Hace casi un año Chicoutimi publicó aquí uno de mis posts favoritos de eleganTe chaflán: Home. En él nos contaba que gracias a un taxista, una revista de tendencias y una canción había aprendido algo tan bonito como que el hogar está donde tienes a la persona amada. Totalmente de acuerdo. Pero dado que este blog se escribe con vocación de homenaje a eso que ET llamaba "mi casa", me apetece añadir un nuevo punto de vista. Creo que un sitio también se convierte en hogar, o al menos pasa a ocupar un lugar preeminente de tu biografía, si te haces una herida allí. Como cuando te rompen el corazón adolescente en un pueblo de veraneo y nunca olvidas el nombre del sitio, el olor de la madreselva y hasta la hora a la que tenías que volver aquella noche. Las cicatrices son topografía sentimental, códigos postales grabados sobre el cuerpo. Lo he descubierto después de quitarme las muelas del juicio en un quirófano de Madrid. Ahora, cuando se me van cayendo los hilos con los que me cosieron las encías, los miro sobre mi dedo y tengo la sensación de que pertenezco un poquito más a la ciudad. Con heridas soy más madrileño, qué cosas.