lunes, 15 de septiembre de 2008

Adiós a Berlín.

Berlín.
La verdad es que nunca me gustaron las despedidas. Nunca me gustaron del todo, para ser más exactos, porque tienen su parte buena, los abrazos y los besos se dan más sentidos que nunca, e incluso puedes ver a través de los ojos de los que estrujas un hermoso brillo.

Si Christopher Isherwood se despedía en su momento de un Berlín decadente y derecho a una guerra que la convertiría en ruinas, yo me voy de un Berlín que, quiero pensar, anuncia prosperidad económica en un futuro no muy lejano, y que sea ojalá manteniendo esa eterna serenidad y quietud que exuda poro por poro. Una ciudad que se ha rehecho, reciclado, repintado, pintura nueva en tantas fachadas, y no sólo por sus grafitis. Una ciudad que ha vivido separada, que ha derribado muros hace apenas veinte años, que tiene todavía muchas carencias económicas, pero de la que se puede aprender tanto que a veces uno le apetecería quedarse una vida entera.

No voy a insistir más en esta despedida, la razón es que aunque aparentemente esto podría ser el fin de uno de los chaflanes de eleganTe chaflán, las apariencias engañan, y tengo la intención de seguir hablando de ella desde Madrid. Será un chaflán de memorias, de recuerdos. Como bien comentaba Rinconete, henchido siempre de enormes frases: "podemos decir que una ciudad está hecha de recuerdos antes de estar hecha de edificios". Gracias por ese "minuto filosófico de la semana", Rinconete. Y gracias a Berlín por haberme acogido, arropado y enseñado tantas cosas, siempre aprendiendo, ese es el día cuasi perfecto, en el que algo, por mínimo que sea, ha hecho que la persona de uno no sea la misma, que mute. Mutar, ese es el quid de la cuestión.

Isherwood se despedía a su manera con un "Goodbye", yo lo voy a hacer a la mía, en mi última noche de esta etapa berlinesa, y no va a ser un adiós, así que cambiando el título del post, aunque sea ya en sueños, en recuerdos, en memorias, diré lo que creo que siempre será, un "hasta luego Berlín".

8 comentarios:

NáN dijo...

Vaya panda de amigos que ha aparecido por aquí.

Hacia el año 75 traduje "Goodby to Berlin" en una edición inencontrable y, poco después. "Christoper and its kind", que ni llegó a editarse porque la colección cerró.

Hoy usas a Isherwood para ese breve hasta luego a Berlín.

Entretanto, te veremos por Madrid y disfrutaremos de mejores posts. Seguro. Porque el recuerdo es el fuego lento que mejora las historias.

¡Bienvenido!

Rfa. dijo...

¿Cómo se escribe un comentario con un nudo en la gargante, Mikto Kuai? Snif... Las despedidas me ponen triste de forma instantánea. Me entra una tristeza llorera, además, que es más aparatosa y fotogénica. Si voy a un aeropuerto o a una estación de trenes y veo a dos que se dicen adiós, es muy probable que me entren ganas de llorar. Aunque no les conozca de nada. En tu caso, como te conozco y conozco Berlín, mi tristeza solidaria es infinita. Yo también he arrastrado alguna vez mi ánimo por las baldosas del aeropuerto de Schonefeld, así que sé cómo te sientes. Si te sirve de consuelo, en la distancia del recuerdo las ciudades son todavía mejores. Parece una contradicción, pero ya verás lo mucho que vas a disfrutar de Berlín cuando vivas en Madrid.

Walter Kung Fu dijo...

Miktokuaihausen, las despedidas no tienen sentido en el último día cuando has vivido allí el tiempo suficiente para amar una ciudad, porque siempre la llevarás dentro.

Así que, bienvenido a Madrid, otra ciudad. Serás recibido con los brazos abiertos y con menos obras que cuando te fuiste.

chicoutimi dijo...

Vaya, me he puesto tristona y todo, y eso que sé que nuestro chaflán no se queda huérfano ni de ti ni de Berlín.
A mí, que nunca he estado en esa ciudad, aunque es viaje pendiente desde hace tiempo, me has avivado las ganas de conocerla como no te imaginas. Ya me veo diciendo "tengo que ir al puente de las declaraciones de amor, y a ver los grafitis en los descansillos y a aquel bar con música en directo", antes que los edificios importantes y los monumentos.
Pero bueno, será genial verte en Madrid!

Seta kimei dijo...

Mikto, Berlín esta tarde se ha vengado de tu ausencia. Cual niño rabioso al que le quitan uno de sus tesoros ha pataleado a su manera, acentuando este otoño temprano hasta tal punto que mi calefacción ha saltado para combatir su rabieta con un poco de calor. Y mientras tanto aquí me encuentro, mas triste por ti que te has ido de una ciudad que te ha enamorado que por mi que me he quedado en ella sin quien me la dio a conocer. En cualquier caso te vas porque viniste y volverás porque te fuiste, y entre tanto... nos veremos pronto en Berlín o en Madrid :-p

Desde Prenzlauer Berg, Berlin, muchos besos y bis bald!

Anónimo dijo...

Me parece muy bien que le hayas cambiado el nombre al final.

rinconete dijo...

De acuerdo con nán, nada como el recuerdo para condimentar las historias. En realidad, todavía no te habías ido cuando lo escribiste pero este texto ya salió condimentado.

PS: Quien me va a decir entonces la próxima vez que vaya, que el Sony Center NO es Berlín?

mikto kuai dijo...

¡Mis disculpas que llego tarde! es una historia larga pero la cuestión es que no me he podido conectar hasta ahora (y desde que escribí esta entrada). ¡Mi buzón echa humo! :D

Nán, qué bueno que tradujeras "Goodbye to Berlín". Espero que nos veamos pronto ;) Por cierto, la "panda de amigos" o "publicidad", ha sido eliminada del post :P

Rfa., supongo que se escribe como yo escribí el post, con otro nudo, pero con la sensación de haber hecho algo grande: vivir en Berlín un tiempo, para mi esto no tiene precio.

Gracias por la bienvenida Walter, tuve constancia de esos brazos abiertos (al igual que los de Rfa. y tantos otros). En realidad, ya lo sabéis, sois vosotros la razón más importante de mi vuelta.

Chicoutimi. Me alegran esas ganas que tienes de conocer Berlín. Nos vemos pronto en Madrid, o donde tenga que ser ;)

Seta Quimei, qué te puedo decir, sólo que fue un placer estar por allí contigo, disfruta del resto de tu estancia, aprende mucho alemán, y dedícate a escribir más, que me encanta tu prosa ;)

Magapola, tenía que cambiarlo, me voy con la sensación de que siempre volveré a Berlín, ya sea de vacaciones o a cosas mayores.

Rinconete, Berlín será ya siempre la ciudad donde nos vimos las caras por primera vez, y fue todo un placer. Seguiremos condimentando historias ;)

Gracias a todos por las muestras de cariño. Abrazos a tutiplén.