Buenos Aires
Entre las muchas reacciones de indignación que el DT de la selección argentina causó con sus últimas declaraciones, las más sugestivas fueron sin duda aquellas que se lamentaban de la penosa imagen que ofrecíamos al mundo. La preocupación por la imagen que damos es una de nuestras eternas inquietudes.
¿Y como nos ven allá? es el prólogo imperioso a todo diálogo con un extranjero, incluyendo en ese rubro a los argentinos que vuelven de un fin de semana largo en Montevideo.
A diferencia de los norteamericanos, para quienes la percepción del otro es un tema casi tan irrelevante como el otro mismo, los americanos nacidos al sur del río Grande padecemos de una necesidad crónica de reconocimiento.
Y es justamente esa la paradoja de Maradona, quien es crucificado luego de haber realizado el sueño de todos, es decir que el Mundo Mundial nos detecte, nos ubique en el mapa, en alguna parte entre Río de Janeiro y Nueva Zelanda.
Luego de haberlo logrado, no soportamos que esa imagen sea la de un lumpen llegado a más, alguien que nada tiene que ver con el refinamiento legendario que es nuestra marca de fábrica.
La gente decente preferiría destacarse en ese Mundo Mundial a través de personajes realmente representativos. Como el senador Reutemann, ex-piloto de Formula 1 y eterno candidato mudo a la presidencia que manifestó su disconformidad política invitando a sus detractores a que se recontrametan en el medio del culo su candidatura. O el diputado De Narváez, rico heredero y exitoso rival del oficialismo en las últimas elecciones parlamentarias, quien explicó en un lenguaje llano que la gente le agradecía haberle roto el culo a los pingüinos (el gobierno).
Los medios por supuesto no sepultaron a ninguno de los dos, justificándolos incluso por un malhumor al fin y al cabo comprensible. Como los bancos que solo prestan a quienes no lo necesitan, esta sociedad injusta reserva las violentas metáforas sexuales para quienes nacieron refinados.
miércoles, 21 de octubre de 2009
Seguir mamando
Publicado por
rinconete
a las 16:11
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5 comentarios:
"Los honestos son inadaptados sociales" (Les Luthiers dixit)
y yo no puedo, y no quiero, dejar de sentir simpatía por Maradona
Lapita
El mal se expande. Pepe Mujica, candidato a presidente del Uruguay, favorito de las encuestas y adulado en Argentina por todos incluidos aquellos que pidieron la lapidación de Maradona, cerró su campaña proselitista con un contundente “¡Mascatelá, viva el Frente!”.
Interesante reflexión aquí. Dejando a un lado que nunca me ha caído bien Maradona, y a estas alturas no va a empezar a hacerlo, es verdad que el grado de vulgaridad parece no depender del mensaje sino del emisor.
Las groserías y maledicencias de nuestro Nobel de literatura Cela han sido siempre muy celebradas por los más estirados.
Pasa algo parecido con el alcohol. Un lumpen que toma es un borracho mientras que un señor de clase acomodada que toma es un bon vivant.
Y con los hurtos.
El lumpen que roba es un chorizo.
El de clase acomodada es un listo.
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