lunes, 10 de diciembre de 2007

El rascacielos de mi facultad.

Madrid.
Confieso que soy persona propensa al tópico, y que si me escarbas en el cerebro las ideas que afloran suelen resultar previsibles. Si me dices ahora la palabra “ciudad”, por ejemplo, pienso en este blog. Pero si me la hubieras dicho cuando eleganTe chaflán todavía no existía, entonces habría pensado inmediatamente en un rascacielos. Los rascacielos son, a mi sencillo entender, la sublimación del espíritu urbanita. Cuantos más rascacielos haya en una ciudad, más ciudad me parece. Y por eso, para describir el Madrid que vivo y miro desde el autobús, era inevitable que hablase de alguno. El rascacielos de la foto es el edificio de la facultad donde estudio. O, más concretamente, el lugar donde tienen los despachos los profesores. Está situado en el extremo noroeste de la ciudad y sólo puedes llegar hasta allí por una carretera que se acaba en la puerta. Más allá sólo hay autopistas y bosque, mucho bosque. A mí me gusta porque después de tantos años le he cogido cariño, pero también porque tiene unas vistas estupendas. Y siempre que paso por la carretera que va hacia el norte, lo miro desde la ventana y le digo a quienquiera que vaya a mi lado: “mira, ésa es mi facultad”.

8 comentarios:

n. dijo...

La verdad, después de tantos años, no tengo muy claro qué pensar sobre la Ciudad Universitaria de Madrid. Desde luego, no tiene nada que ver con los campus nuevos de la mayoría de las universidades, tan aseaditos y ricos en césped, y se limita a ser un montón de edificios dejados ahí como si se hubieran caído, con ejemplos tan feos como Biológicas. A tu edificio le tengo cariño, que años ha era una parada obligada en mis periplos por todas las bibliotecas de la universitaria.

rinconete dijo...

Excelente foto. Jamás hubiera dicho que se trata de Madrid. Supongo que debe ser algo frecuente con las Ciudades Universitarias, casi pensadas para tener más relación entre si que con la ciudad que las cobija (con la Ciudad Universitaria de Buenos Aires, construída junto al río, pasa algo parecido).

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/9/9c/Buenos_Aires_-_UBA_-_FADU.jpg/300px-Buenos_Aires_-_UBA_-_FADU.jpg

Alis dijo...

Efectivamente, si le veo un defecto a la Ciudad Universitaria de Madrid ése es lo desconectada que está de la ciudad, lo cual supone un fracaso enorme respecto a los ideales de los arquitectos que la crearon, que querían integrarla tanto socialmente en Madrid como en la naturaleza de las afueras (se trata de uno de los pocos ejemplos que tenemos en España del estilo internacional que promovían Gropius, Le Corbusier, Mies van der Rohe y esta gente). Luego le añadieron bloques franquistas como el de biológicas que tanto le horroriza a n., y que a mí sin embargo me gusta bastante por lo que de huella de una civilización perdida tiene.
Por cierto, aunque la foto de Rfa. es tan chula que engrandece la torre de nuestra facultad, no quiero dejar de contaros la impresión que me causó la primera vez que fui a hablar con una profesora a su despacho, y vi que los catedráticos ahí arriba se apiñan en cubículos enanos y fríos, a veces hasta de tres en tres.

rinconete dijo...

En realidad, mirándola bien, la imagen tiene algo de maqueta.

Una foto de la maqueta presentada por los proyectistas para convencer al cliente (¿El rector de la universidad? ¿El alcalde de Madrid? ¿El presidente de la Comunidad?). El personaje solitario que vemos caminando es en realidad un hombrecito de plástico a escala, de un par de cm de altura. El cielo es el fondo del estudio de fotografía y en la próxima toma veremos la silueta del arquitecto, sonriente como un gigante detrás del rascacielos de cartón.

rfa. tendrías esa toma?

Scout Finch dijo...

Pues a mí me encanta la Ciudad Universitaria. Me parece que se respira un aire distinto que en el resto de Madrid, y me trae muy buenos recuerdos.

Preciosa foto y, es cierto, no parece Madrid.

¡Saludos!

Rfa. dijo...

Una vez estuve en el estudio de un fotógrafo que retrataba barrios residenciales como si fuesen maquetas. El tipo había manipulado sus lentes para que todo quedase desenfocado, menos una parte. Y el resultado era el mismo que cuando sacas una foto a corta distancia de algo muy, muy pequeño. De aquellas fotos me impresionó mucho el efecto que la escala de una reproducción puede tener sobre nuestra percepción. Es un asunto bastante complejo que daría para una interesante conversación, pero me voy a limitar a decir que algo de eso hay también en esta imagen. Cuando yo la miro, no tengo muy claro el tamaño real de lo que aparece en ella. Más o menos como te pasa a ti, Rinconete.

rinconete dijo...

Hace un par de años vi una exposición de un fotógrafo que hace el proceso inverso al que mencionás.

Con una paciencia de monje shaolín, fabrica obsesivas maquetas de edificios (casas o parques de diversiones, da igual aunque la premisa, según entendí, es que ya no existan) que luego fotografía dándole a la imagen un efecto de realidad bastante extraño.

http://www.web.artprice.com/classifieds/fineart/details.aspx?id=295361

NáN dijo...

Dos apuntes rápidos. Me resulta curioso que para ti sea una imagen representativa de tu ciudad lo que para mí, que vivo en la misma ciudad, es algo desconocido.

El segundo es que la escala es algo que a menudo desprecian nuestros urbanizadores, cuando es un elemento decisivo. Ejemplo: el banderón español que puso Trillo en la plaza de Colón, queriendo convertir artificialmente un elemento en primordial, cuando no lo es. O no debería serlo: una bandera más imponente que la Biblioteca Nacional. Posiblemente ese era el significado, pero en la forma resulta repugnante (sin entrar a valorar el significado).

(quizá el adjetivo "repugnante" sea un ejemplo de cómo me he "salido de escala").