miércoles, 26 de marzo de 2008

Ciudades imaginadas

Buenos Aires

Asi como uno visita ciudades, las ciudades nos visitan. O más bien nos invaden, a través del cine, de la literatura o simplemente de los relatos siempre asombrosos de los viajes de nuestros amigos (y sus pesadillezcas series de fotos digitales).

Durante años imaginé Nueva York a través de cada serie televisiva, de cada relato o de cada película que la tuviera como telón de fondo. Kojak, Scorsese o Paul Auster iban desarrollando para mi una geografía tan imaginaria como real. Probablemente la emoción que sentí al cruzar por primera vez el puente de Brooklyn hacia Manhattan tenga más que ver con ese mapa soñado que con la realidad necesariamente limitada que me esperaba del otro lado.

Tal vez el único caso en el que la realidad precede al sueño sea la ciudad en la que nacimos (lo siento, al parecer es un tema recurrente). Esa ciudad está allí antes de estar en libro alguno. Sin duda al irnos durante un cierto tiempo esa realidad se hace más difusa y probablemente se mezcle con esos otros recuerdos, ajenos, importados de otros autores. Pero nuestro recuerdo será siempre el primero, anterior a todos los otros relatos e imágenes.

Pensaba en esto luego de conversar la otra noche con el amigo rfa. en un restaurante situado no muy lejos del Bar de la calle Rodney, en el barrio de la Chacarita. Pensaba en cual sería su Buenos Aires soñada y cuan fiel a ese mapa fue la realidad que le tocó en suerte.

martes, 25 de marzo de 2008

Añoranza del Bando

Liverpool ?

Lo sé, no viene muy a cuento. Ni ocurre en Liverpool, ni yo estoy allí de vacaciones. Pero me acabo de dar cuenta de que hoy es el Día del Bando en Murcia. Y aunque esto no signifique nada para la mayoría de la gente, los murcianos viven este día, me atrevería a decir, como el más importante del año. O al menos uno de los más importantes.
Un día para pasarlo en la calle, disfrutar del sol, encontrarte con todo el mundo (si no te encuentras con un conocido el día del Bando es que no está en Murcia), beber, y si hay suerte, mucha suerte, saborear una morcillica en alguna barraca.

Lo curioso es que últimamente evitaba el Bando. Durante los últimos 6 ó 8 años que pasé en Murcia, sólo uno me quedé para este día. Todos los demás me iba; no porque no me gustara, sino porque ya lo tenía muy vivido.
Y hoy, en Liverpool, con esta lluvia y este cielo gris, me he acordado del Bando, y me ha entrado antojo de habas crudas, de longaniza y patatas con ajo, de paparajotes...pero sobre todo todo todo, de sol murciano.

Este post va por todos los murcianicos (de cuna, adopción o corazón) que, como yo, no pueden disfrutar hoy del Bando de la Huerta. Paparajotes para todos!